Las películas tienen la capacidad de llevarnos a través de toda una gama de emociones. Pueden hacernos reír, ponernos al borde de nuestros asientos y, sí, incluso hacernos llorar. Hablando de un buen llanto, no hay nada como una película triste sobre perros para hacerle sollozar incontrolablemente, sobre todo si su querido cachorro la está viendo en casa justo a su lado.
Como amantes de los perros y padres de mascotas, cuando vemos películas lacrimógenas sobre perritos, no podemos evitar el llanto feo y abrazar a nuestros cachorros un poco más fuerte.
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He aquí ocho películas sobre perros realmente tristes -pero realmente geniales- que harán derramar una lágrima incluso a los amantes de los perros más duros y sin emociones. ¡Traiga los pañuelos!
1. Hachi: Historia de un perro (2009)
Si la lealtad tuviera cara, se parecería a este perro. Hachi está basada en la historia real de un fiel Akita Inu en Japón y es un remake de la película japonesa de 1987 Hachiko Monogatari. Está protagonizada por Richard Gere, que desarrolla un vínculo inquebrantable con su perro.
La película cuenta la historia del perro, Hachi, que se encuentra con su humano en la estación de tren de la que sale y llega del trabajo todos los días. Cuando su humano muere repentinamente de camino a casa desde el trabajo, Hachi pasa los siguientes diez años de su vida en la estación de tren esperando a que regrese.
Sí, Hachi es muy leal. Y sí, ya estoy llorando.
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2. Marley & Me (2008)
Basada en el libro autobiográfico de John Grogan, esta película es para echarse a llorar. Owen Wilson y Jennifer Aniston interpretan a una pareja de recién casados, los Grogan, que contemplan la posibilidad de ser padres. Para ver si están preparados para tener hijos, primero adoptan a un precioso -aunque travieso- cachorro de labrador amarillo al que llaman Marley, en honor a Bob Marley.
El resto de la película sigue las muchas desventuras de Marley con su familia desde sus años de cachorro hasta un final desgarrador que a todos los amantes de los perros nos resulta demasiado familiar.
Es posible que acabe sollozando a carcajadas mientras sostiene firmemente a su cachorro en brazos después de ver ésta.
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3. Mi perro Skip (2000)
Ésta se basa en otra historia real, adaptada de las memorias del escritor Willie Morris. La película se centra en la solitaria infancia de Willie en la década de 1940. Crece en Yazoo, Mississippi, y recibe un Jack Russell Terrier por su noveno cumpleaños al que llama Skip.
A partir de ahí, la historia se desarrolla a medida que Skip, «un perro único» -como Willie lo describe en la película- le enseña a él, «un hijo único», lecciones de vida que lleva consigo hasta la edad adulta.
Es un cuento de amor eterno sobre lo que significa un perro para un niño pequeño. Sin duda querrá pañuelos a su lado.
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4. Turner & Hooch (1989)
A lo largo de los años, hemos visto todo tipo de películas de policías amigos, pero ninguna tan memorable como ésta. En esta película, Tom Hanks interpreta a Scott Turner, un detective obsesionado con los libros que se ve arrojado junto a Hooch, un dogo de Burdeos baboso que pone su mundo patas arriba.
A pesar de que sus personalidades opuestas chocan, Hooch se abre camino hasta el corazón de Turner, y juntos son capaces de resolver un caso de asesinato. También conduce a un final culminante y desgarrador que no sólo hace llorar a Tom Hanks, sino también a nosotros.
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5. Todos los perros van al cielo (1989)
Muchos de nosotros hemos visto esta memorable película de animación sobre una mezcla de pastor alemán llamado Charlie B. Barkin, al que pone voz el difunto Burt Reynolds. La película sigue a Charlie, que renuncia al cielo para volver a la tierra en busca de venganza después de que uno de sus amigos perrunos le asesine.
Suena un poco oscura, pero entrega corazón y tristeza cuando Charlie se hace amigo de una niña huérfana llamada Anne-Marie que cambia su visión de la vida y le enseña lo que significa realmente la verdadera amistad.
¿Regresará Charlie al cielo? Tendrá que descubrirlo. Pero le advertimos, ¡podría llorar mientras lo hace!
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6. El zorro y el sabueso (1981)
Una obra maestra de la animación en la larga lista de clásicos de Disney, esta historia se centra en una improbable amistad entre un zorro, llamado Tod, y un sabueso, llamado Copper – a los que ponen voz Mickey Rooney y Kurt Russell, respectivamente.
En cuanto Tod y Copper se conocen de cachorros, se hacen los mejores amigos. A pesar de que todo el mundo les recuerda que son «enemigos naturales», continúan con su amistad. Es decir, hasta que se hacen mayores y se dan cuenta de que no es tan fácil.
Hay muchas escenas conmovedoras en esta película, pero ninguna tan conmovedora como su despedida al final. Esta le tendrá hecho un ovillo en su cama mientras ruedan los créditos.
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7. Donde crece el helecho rojo (1974)
De todas las películas mencionadas, ésta podría ser la más dura y triste de ver. La historia se centra en un niño de doce años llamado Billy Colman que no desea otra cosa en la vida que tener un perro con el que poder ir de caza.
Vemos cómo Billy se deja la piel para ganar el dinero suficiente para adoptar no uno, sino dos Coonhounds llamados Old Dan y Little Ann.
A partir de ahí, se suceden las aventuras para el chico y sus queridos perros, hasta el final, cuando [SPOILER ALERT] ambos cachorros mueren con semanas de diferencia. No es sólo su muerte lo que le romperá el corazón, sino cómo termina lo que realmente le desgarrará por dentro.
Al final, sabrá lo que significa el título de la película. También sabrá por qué su suelo estará lleno de pañuelos de papel.
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8. Old Yeller (1957)
Puede que ésta sea el padrino de todas las películas tristes sobre perros: la única película que nos viene directamente a la mente cuando pensamos en películas sobre perros.
El clásico tiene lugar en la década de 1860 en una granja de Salt Lick, Texas. Travis, el mayor de dos hermanos, se topa con Old Yeller, una mezcla de labrador amarillo. Aunque al principio no le tiene mucho cariño al perro, Travis pronto se encariña con Old Yeller cuando el perro salva a su hermano pequeño, Arliss, de un oso negro.
A medida que pasa el tiempo, Travis se encariña con Old Yeller y se convierten en mejores amigos.
Al final, [SPOILER ALERT] un brote de rabia conduce a una trágica conclusión que le hará ahogarse en sus propias lágrimas.
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