El año pasado, unos arqueólogos encontraron en Inglaterra restos de un perro faldero de hace más de 1.800 años en una villa, según informa Smithsonian. Se cree que la zona estuvo habitada entre los siglos III y IV durante unos 150 años, en la época de la Britania romana.
El fascinante descubrimiento sugiere que los británicos tenían perros de pequeño tamaño como mascotas siglos atrás. El animal cuyos restos se descubrieron medía 7,8 pulgadas. El can, que tenía el tamaño de un chihuahua, es uno de los perros más bajos de la época romana descubiertos en el Reino Unido.
Una vaca intenta escapar del matadero. Gracias a Dios por lo que ocurre a continuación
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DigVentures, una empresa de excavaciones del Reino Unido, encontró los restos cerca de los montículos de Wittenham, en Berkshire, conocidos como The Clumps. Según su equipo, se cree que el can era hembra y se parecía a un Dachshund.
El perro podría no haber sido criado para cazar
Las arqueólogas Hannah Russ y Sarah Everett dijeron que el pequeño tamaño del perro y sus «patas arqueadas» sugieren que no fue criado para la caza. «Esto, junto con el hecho de que incluso podría haber sido enterrada con su dueño, hace que sea mucho más probable que fuera mantenida como perro doméstico, perro faldero o mascota».
«En el Reino Unido, la mayoría de los perros pequeños que encontramos miden entre 22 y 37 cm de altura de hombros, lo que hace que este individuo sea especialmente pequeño», añadieron.
Además, había «al menos 15 perros de tamaño pequeño-mediano» cuyos restos estaban enterrados en el yacimiento. Según Russ y Everett, se cree que los otros perros de mayor tamaño se utilizaban para la caza.
¿Cuándo llegaron los perros falderos a Gran Bretaña?
Adam Vaughan, de The Times, afirma que no se encontraron perros falderos en la isla durante la época prerromana de Gran Bretaña. «Se encontraban perros de trabajo de tamaño mediano y grande, probablemente para la caza y la guardia», señaló. Durante este periodo, estos perros también se utilizaban para el pastoreo, se mataban por su piel o, a veces, incluso se sacrificaban.
Sin embargo, tras la invasión romana, llegaron a la isla otras razas. La mayoría tenían un aspecto similar al de los cachorros mayores, pero eran mucho más pequeños. Algunos padecían condrodisplasia, una enfermedad genética que causa enanismo. Más tarde se cruzaron para producir caninos con patas arqueadas, dando la apariencia de un perro salchicha.
No es la primera vez que los arqueólogos encuentran restos de un can vivo en la Gran Bretaña de la época romana. A lo largo de los años, varias excavaciones han revelado pruebas de cachorros de esta época.
El año pasado, unos arqueólogos encontraron en Inglaterra restos de un perro faldero de hace más de 1.800 años en una villa, según informa Smithsonian. Se cree que la zona estuvo habitada entre los siglos III y IV durante unos 150 años, en la época de la Britania romana.
El fascinante descubrimiento sugiere que los británicos tenían perros de pequeño tamaño como mascotas siglos atrás. El animal cuyos restos se descubrieron medía 7,8 pulgadas. El can, que tenía el tamaño de un chihuahua, es uno de los perros más bajos de la época romana descubiertos en el Reino Unido.
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DigVentures, una empresa de excavaciones del Reino Unido, encontró los restos cerca de los montículos de Wittenham, en Berkshire, conocidos como The Clumps. Según su equipo, se cree que el can era hembra y se parecía a un Dachshund.
El perro podría no haber sido criado para cazar
Las arqueólogas Hannah Russ y Sarah Everett dijeron que el pequeño tamaño del perro y sus «patas arqueadas» sugieren que no fue criado para la caza. «Esto, junto con el hecho de que incluso podría haber sido enterrada con su dueño, hace que sea mucho más probable que fuera mantenida como perro doméstico, perro faldero o mascota».
