Originarios de Italia, los cachorros de galgo italiano son una raza toy reconocida por su pelaje corto, cuello largo y patas esbeltas. Estos elegantes canes son esencialmente galgos en miniatura, criados específicamente para la compañía. Suelen ser sensibles y amistosos, y les encanta pasar el tiempo acurrucados en un regazo cálido. A pesar de su pequeño tamaño, estos perros conservan la agilidad y el instinto cazador de un sabueso, junto con el amor por las travesuras juguetonas. Si está pensando en añadir un cachorro de galgo italiano a su familia, he aquí algunos datos interesantes que debe conocer.
Son una de las razas caninas más antiguas
(Crédito de la foto: cynoclub | Getty Images)
El galgo italiano es una de las razas caninas más antiguas, con una historia que se remonta a entre 4.000 y 7.000 años. En el antiguo Egipto, estos perros gozaban de gran estima, especialmente entre los cazadores. Esto se debía a sus excepcionales habilidades para la caza y el rastreo. Sorprendentemente, los galgos italianos conservan estas habilidades hasta nuestros días.
Vaca intenta escapar del matadero. Gracias a Dios por lo que ocurre a continuación 
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A los cachorros de galgo italiano les encanta relajarse
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A pesar de su excepcional velocidad, los cachorros de galgo italiano prefieren la relajación a las carreras. Tienen la capacidad de superar a todas las demás razas caninas, pero prefieren entregarse a una siesta en lugar de mostrar toda su velocidad. Su inclinación por la relajación les ha valido el apodo de «teleadictos de 65 km por hora».
Reaccionan al tono de su voz
(Crédito de la foto: claudiio Doenitz | Getty Images)
Los cachorros de galgo italiano tienen una aguda percepción de las emociones humanas. Son especialmente sensibles a los matices de su voz y pueden descifrar sus sentimientos en consecuencia. Pueden identificar el enfado por el tono de su voz. Sin embargo, una voz muy suave y apacible puede no transmitirles su seriedad. Así que, al expresar su enfado, es mejor utilizar un tono firme pero sin ser excesivamente severo, de lo contrario podría asustar al perro.
Se adaptan bien a los apartamentos pequeños
(Crédito de la foto: claudiio Doenitz | Getty Images)
Muchas personas con hogares pequeños pueden pensar que adoptar un cachorro de galgo italiano no es lo ideal debido a la idea errónea de que estos perros requieren un espacio considerable. Contrariamente a esta creencia, los galgos italianos -aunque de patas largas- son animales bastante compactos. Pueden prosperar por igual en casas espaciosas o en apartamentos más pequeños, siempre que se les den paseos diarios. Además, es importante darles suficiente espacio mientras duermen, ya que les encanta estirarse.
Disfrutan de la compañía de otros perros
(Crédito de la foto: animalinfo | Getty Images)
Los galgos italianos se llevarán bien como única mascota en un hogar, aunque tienden a desarrollarse mejor con la presencia de otro perro. A diferencia de otros cachorros que pueden mostrar celos cuando se introduce otra mascota, los galgos italianos son animales de manada y aprecian la compañía. Tener otra mascota en casa puede beneficiarles especialmente si sufren ansiedad por separación. En particular, tener un compañero de juegos significa que no están solos cuando su dueño no está. Como estos canes no necesitan mucho espacio, traer un segundo galgo italiano a casa no debería suponer un gran problema.
Los cachorros de galgo italiano son un complemento maravilloso para cualquier familia, con su naturaleza juguetona y enérgica y su amor por la compañía humana. Estos cachorros son muy inteligentes y aprenden con rapidez, por lo que es un placer adiestrarlos. Aunque requieren ejercicio regular y socialización, su adaptabilidad hace que sean adecuados tanto para vivir en apartamentos como en hogares con patio. Como ocurre con cualquier raza, tener un cachorro de galgo italiano es un compromiso importante, pero su naturaleza afectuosa y su personalidad adorable hacen que el esfuerzo merezca la pena.
¿Está pensando en añadir un cachorro de galgo italiano a su prole? ¡Recuerde adoptar de un refugio o de un centro de rescate!
