El carbón activado es una sustancia utilizada habitualmente para tratar el envenenamiento o la ingestión accidental de toxinas en perros. También conocido como carbón activado, es un polvo fino y negro hecho de cáscaras de coco, turba, carbón o madera. Cuando un perro ingiere una sustancia nociva, puede administrarse carbón activado para absorber las toxinas en el estómago y los intestinos antes de que entren en el torrente sanguíneo. La superficie del carbón activado es increíblemente grande debido a su naturaleza porosa, lo que le permite aglutinar una amplia variedad de toxinas con eficacia. Una vez ligadas, estas toxinas pueden excretarse de forma segura del organismo a través de las heces.
El carbón activado puede utilizarse solo o en combinación con un catártico -un medicamento que funciona como laxante- para acelerar el paso de la toxina ligada al carbón a través del tracto gastrointestinal, reduciendo así la probabilidad de reabsorción.
A ver si puede leer las expresiones faciales de estos gatos.
Esto es lo que debe saber sobre los usos, la dosis y los efectos secundarios del carbón activado para perros.
Usos del carbón activado para perros
El carbón activado se utiliza principalmente en situaciones de emergencia para tratar el envenenamiento o la ingestión de toxinas. Estos incluyen:
- Ingesta de medicamentos humanos: Los medicamentos de venta libre o con receta, como el ibuprofeno o el paracetamol, pueden ser peligrosos para los perros.
- Envenenamiento por productos químicos: Productos químicos domésticos como productos de limpieza o raticidas.
- Alimentos tóxicos: Alimentos perjudiciales para los perros, como el chocolate, las uvas o ciertos edulcorantes artificiales como el xilitol.
- Plantas: Ciertas plantas de interior o exterior que son tóxicas para los perros.
Es importante tener en cuenta que el carbón activado no es eficaz contra todos los tipos de toxinas. Algunas de las sustancias que no pueden ser unidas por el carbón activado incluyen:
- Metales pesados, como el hierro y el plomo
- Ciertos ácidos y álcalis, como el ácido clorhídrico y el hidróxido de sodio
- Productos derivados del petróleo, como la gasolina y el queroseno
- Etilenglicol (presente en los anticongelantes)
En cuanto a cómo utilizar el carbón activado, tenga en cuenta que sólo debe administrarlo un veterinario debido a los posibles riesgos y complicaciones que conlleva. El carbón activado puede poner en peligro la vida del perro si lo inhala y, en algunas situaciones, puede ser necesaria una sonda nasogástrica para administrarlo correctamente. Su veterinario realizará un examen físico completo antes de administrar el medicamento a su mascota. Como tal, el carbón activado está desaconsejado en casos de:
- Síntomas neurológicos, como desorientación, convulsiones o temblores.
- El carbón activado es una sustancia utilizada habitualmente para tratar el envenenamiento o la ingestión accidental de toxinas en perros. También conocido como carbón activado, es un polvo fino y negro hecho de cáscaras de coco, turba, carbón o madera. Cuando un perro ingiere una sustancia nociva, puede administrarse carbón activado para absorber las toxinas en el estómago y los intestinos antes de que entren en el torrente sanguíneo. La superficie del carbón activado es increíblemente grande debido a su naturaleza porosa, lo que le permite aglutinar una amplia variedad de toxinas con eficacia. Una vez ligadas, estas toxinas pueden excretarse de forma segura del organismo a través de las heces.
- El carbón activado puede utilizarse solo o en combinación con un catártico -un medicamento que funciona como laxante- para acelerar el paso de la toxina ligada al carbón a través del tracto gastrointestinal, reduciendo así la probabilidad de reabsorción.
- A ver si puede leer las expresiones faciales de estos gatos.
- Esto es lo que debe saber sobre los usos, la dosis y los efectos secundarios del carbón activado para perros.
Usos del carbón activado para perros
El carbón activado se utiliza principalmente en situaciones de emergencia para tratar el envenenamiento o la ingestión de toxinas. Estos incluyen:
Ingesta de medicamentos humanos: Los medicamentos de venta libre o con receta, como el ibuprofeno o el paracetamol, pueden ser peligrosos para los perros.
Envenenamiento por productos químicos: Productos químicos domésticos como productos de limpieza o raticidas.
Alimentos tóxicos: Alimentos perjudiciales para los perros, como el chocolate, las uvas o ciertos edulcorantes artificiales como el xilitol.
Plantas: Ciertas plantas de interior o exterior que son tóxicas para los perros.
Es importante tener en cuenta que el carbón activado no es eficaz contra todos los tipos de toxinas. Algunas de las sustancias que no pueden ser unidas por el carbón activado incluyen:
Metales pesados, como el hierro y el plomo
- Ciertos ácidos y álcalis, como el ácido clorhídrico y el hidróxido de sodio
- Productos derivados del petróleo, como la gasolina y el queroseno
- Etilenglicol (presente en los anticongelantes)
- En cuanto a cómo utilizar el carbón activado, tenga en cuenta que sólo debe administrarlo un veterinario debido a los posibles riesgos y complicaciones que conlleva. El carbón activado puede poner en peligro la vida del perro si lo inhala y, en algunas situaciones, puede ser necesaria una sonda nasogástrica para administrarlo correctamente. Su veterinario realizará un examen físico completo antes de administrar el medicamento a su mascota. Como tal, el carbón activado está desaconsejado en casos de:
- Síntomas neurológicos, como desorientación, convulsiones o temblores.
- Compromiso del tracto gastrointestinal
Deshidratación
Hipernatremia (aumento de los niveles de sodio)
Ciertas enfermedades, como insuficiencia renal aguda, cetoacidosis diabética y megaesófago