La ciclosporina para perros, también conocida por las marcas Atopica y Optimmune, es un fármaco inmunosupresor que se utiliza sobre todo para tratar la dermatitis atópica. Esta afección no es contagiosa, pero provoca una inflamación crónica de la piel debido a una respuesta hiperactiva del sistema inmunitario.
La ciclosporina suprime el sistema inmunitario de los perros, aliviando los síntomas de la dermatitis atópica. Aunque también puede dejar a los perros más expuestos a infecciones o neoplasias. La FDA la aprueba para uso veterinario en caninos, y sólo puede adquirirla con receta.
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Si su veterinario le receta este fármaco a su perro, siga sus instrucciones al pie de la letra y no deje de dárselo hasta que el veterinario se lo indique. Esto es lo que debe saber sobre los usos, la dosis y los efectos secundarios de la ciclosporina en perros.
Usos de la ciclosporina en perros
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Aunque la ciclosporina para perros se utiliza principalmente para tratar la dermatitis atópica, también puede recetarse para una variedad de otras afecciones causadas por una respuesta del sistema inmunitario.
El fármaco también puede tratar varios trastornos mediados por el sistema inmunitario, como la anemia hemolítica, la fístula perineal y la queratoconjuntivitis sicca, y los veterinarios a veces lo recetan tras trasplantes de riñón o de médula ósea para evitar que el sistema inmunitario rechace el nuevo tejido.
La ciclosporina puede constituir una alternativa a ciertos esteroides, que tienen algunos efectos secundarios molestos, sobre todo con un uso prolongado. En términos de eficacia, la ciclosporina ayuda a cerca del 70% de los perros alérgicos, y cerca de la mitad ven reducidas las lesiones cutáneas y el picor.
El fármaco también trata el asma en los felinos, aunque no hace lo mismo en los perros.
Dosis de ciclosporina para perros
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Debe preguntar a su veterinario la dosis adecuada para su perro en particular. Las siguientes son simplemente promedios que pueden no ajustarse a las necesidades de todos los perros.
La dosis habitual de ciclosporina para perros es de 1,5 a 3 mg por libra de peso corporal administrada dos veces al día al principio. Después, los veterinarios suelen disminuirla al cabo de unos 30 días hasta una dosis mínima que siga previniendo eficazmente los síntomas.
La ciclosporina está disponible en cápsulas de 10 mg, 25 mg, 50 mg y 100 mg. Las cápsulas tienen olor cuando se abre el envase, y esto es normal. El medicamento debe administrarse por vía oral con abundante agua al menos dos horas antes o después de comer.
Los veterinarios pueden recetar el fármaco ketoconazol junto con ciclosporina, que reduce el metabolismo de la ciclosporina y puede, a su vez, reducir la dosis necesaria del fármaco. Siga atentamente las instrucciones de su veterinario.
Efectos secundarios de la ciclosporina en perros
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Algunos efectos secundarios de la ciclosporina aparecen ocasionalmente en los perros. La mayoría de las veces están relacionados con el sistema digestivo.
Si observa efectos secundarios preocupantes en su perro, consulte a su veterinario, ya que es posible que desee modificar la dosis o buscar una forma alternativa de tratamiento.
Éstos son algunos de los efectos secundarios que puede observar con la ciclosporina en perros:
- Vómitos
- Pérdida de apetito
- Diarrea
- Mucosidad en las heces
- Otitis externa (comúnmente conocida como oído de nadador)
- Infección urinaria
- Anorexia
- Letargo
- Encías sobrecrecidas
- Ganglios linfáticos inflamados
- Infección bacteriana o fúngica (debido al debilitamiento del sistema inmunitario)
No debe administrar ciclosporina a perros de menos de cuatro libras de peso o menores de seis meses.
Informe a su veterinario sobre cualquier otro medicamento que esté tomando su perro, ya que pueden interactuar mal con la ciclosporina. Asimismo, informe a su veterinario sobre cualquier otra afección médica que padezca su perro, especialmente enfermedades hepáticas, cáncer, hipertensión, enfermedades renales o infecciones, ya que pueden empeorar con la ciclosporina.
Como ocurre con casi todos los medicamentos, existe un riesgo de reacción alérgica que puede desembocar en anafilaxia, una afección potencialmente mortal. Si observa los signos de una reacción alérgica, como hinchazón, urticaria, dificultad para respirar u otros síntomas, póngase en contacto con su veterinario inmediatamente.