Si lleva mucho tiempo entre perros, es probable que en algún momento haya paseado a un can que tira con fuerza de la correa.
Tiran contra la tensión, a veces ahogándose con el collar, y quizá piense que adquirir un arnés resolverá ese problema.
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Puede que tenga razón, pero hay pros y contras importantes que debe tener en cuenta a la hora de decidir entre utilizar un collar o un arnés.
Utilizar un collar
(Crédito de la foto: Getty Images)
Los collares son la solución habitual a la hora de pasear a un perro. Existen en una gran variedad de estilos.
Algunos están diseñados intencionadamente para constreñir o causar molestias cuando un perro tira como medio de adiestramiento, pero no los recomendamos ya que existen otras opciones de adiestramiento que utilizan el refuerzo positivo en su lugar. Los collares de ahogo y de púas entran en esa categoría.
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Pero un collar común y tradicional que no apriete está bien para los perros que no tienen problemas respiratorios y no son propensos a tirar de la correa. También pueden resultar más cómodos para algunos perros, sobre todo si piensa dejárselo puesto todo el tiempo.
Un arnés no suele ser tan cómodo para usarlo todo el día. Además, si su perro tiene el pelo largo, podría enredarse en un arnés. Un collar no tiene ese problema.
Sin embargo, para los perros que tiran con fuerza durante los paseos, un collar puede aumentar el riesgo de lesiones en el cuello. Un arnés puede ser la mejor opción en esos casos.
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También existen collares antideslizantes diseñados para cachorros propensos a escaparse de los collares tradicionales. Éstos se cierran alrededor del cuello cuando los perros tiran o retroceden sin ahogarse, y evitan que se suelten.
Los collares deslizantes son especialmente eficaces para galgos, bulldogs y otras razas que tienen la cabeza delgada o el cuello grueso.
Utilizar un arnés
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Los arneses son cada vez más populares a medida que los padres de perros descubren las ventajas que pueden ofrecer. Son excelentes herramientas de adiestramiento para los cachorros que aprenden a comportarse con correa, y permiten a los paseadores tener un poco más de control.
Los arneses desalientan los tirones y le permiten impedir que su perro salte sobre extraños sin preocuparse de que se ahogue. Los perros con arnés también tienen menos probabilidades de enredarse accidentalmente con la correa.
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Otra ventaja de los arneses sobre los collares es que reducen el riesgo de lesiones en el cuello, especialmente en el caso de las razas toy delicadas. También suponen menos restricciones para razas como los dogos y los bulldogs franceses, propensas a sufrir problemas respiratorios o colapso traqueal.
Si su cachorro tiene problemas para respirar, un arnés es probablemente la mejor opción. Los collares también pueden hacer que los globos oculares de ciertas razas sobresalgan de sus órbitas si se aplica demasiada presión sobre el cuello.
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Los arneses pueden ser de enganche delantero o trasero.
Los arneses de enganche delantero son eficaces para los perros más grandes, ya que dirigen desde la parte delantera, mientras que un arnés de enganche trasero no permite que el paseador tenga tanto control y puede empeorar el comportamiento de tiro, ya que el perro no siente la guía necesaria para el adiestramiento.
Los arneses de enganche trasero se recomiendan para las razas pequeñas, ya que son más sensibles a la presión, y los de enganche delantero pueden resultarles dolorosos.
Utilizar uno u otro
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Cuando utilice un collar o un arnés, es importante que su perro lleve siempre las placas de identificación. Sí, eso significa todo el tiempo.
Nunca se sabe cuándo algo puede asustar o distraer a un perro y hacer que salga corriendo, y nunca se sabe cuándo su perro puede salir accidentalmente de casa o sin correa. Los accidentes ocurren. Los microchips son importantes, pero no son la solución definitiva.
También debe investigar métodos eficaces para adiestrar a un perro en el comportamiento de paseo. Los tirones y los saltos no son ideales ni con collar ni con arnés, y cambiar simplemente de uno a otro no impedirá que su perro haga esas cosas.
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Si a su perro no le va bien el collar o el arnés, existen otras opciones como el ronzal, que envuelve el hocico y la cabeza, aunque no está pensado para frenar los ladridos o los mordiscos restringiendo el movimiento de la boca como un bozal suave. Es simplemente otra opción que ofrece un poco más de control para un perro que se distrae con facilidad.
Debería estudiar cómo utilizarlos eficazmente para el adiestramiento antes de comprar uno.
¿Utiliza un arnés, un collar u otra cosa con su perro? ¿Tiene su perro alguna preferencia?