Algunos perros le harán saber cuando sienten dolor de forma obvia, pero otros actúan de forma más estoica. En general, se cree que los perros tienen una mayor tolerancia al dolor que los humanos, y algunos intentarán ocultar su dolor como instinto natural de supervivencia.
Muchos de los signos de que un perro siente dolor son sutiles, por lo que es más fácil reconocerlos si sabe qué es lo normal en su mascota. Ser consciente de las actividades y el comportamiento normales de su perro le ayudará a reconocer los cambios que puedan indicar dolor.
Cómo mantener un vínculo fuerte entre usted y su perro
Anuncio
He aquí algunos signos de que su perro puede estar sintiendo dolor y lo que debe hacer al respecto.
Cojera
Uno de los síntomas más directos de dolor es la cojera. Puede ser un signo de lesión, una pata dolorida o incluso una reacción al dolor asociado a la artritis.
Si su perro es reacio a subir escaleras, tarda en levantarse por las mañanas o camina con rigidez, puede tratarse de dolor por artritis, sobre todo si su perro es mayor. Muchos perros sufren artritis, pero hay formas de aliviar el dolor. Pregunte a su veterinario por los medicamentos y otros tratamientos.
Los problemas de movilidad y los cambios de postura también son indicadores de un problema que requiere atención médica.
Vocalización
Un perro que suele ser vocal puede volverse silencioso cuando siente dolor, por eso es importante que se familiarice con el comportamiento normal de su perro.
Los cambios en la frecuencia con la que su perro ladra, gimotea o hace otras vocalizaciones pueden ser sin duda una señal de que algo va mal.
Dolor de estómago o pérdida de apetito
No siempre es fácil reconocer los problemas de estómago en un perro, pero he aquí algunas señales:
- Babeo excesivo
- Náuseas
- Vómitos
- Estreñimiento
- Diarrea
Si un perro está sufriendo, es menos probable que coma con normalidad. Esté atento a la pérdida de apetito que podría indicar dolor por una dolencia estomacal, molestias bucales u otras afecciones.
Si dura más de un día, conviene visitar al veterinario.
Jadeo
El jadeo excesivo, especialmente cuando va acompañado de temblores, puede ser una señal de que su perro siente dolor.
Aunque jadear es bastante normal en los perros, debe prestar atención si jadean en momentos extraños o sin motivo. Si nota que su perro jadea en mitad de la noche o en una habitación con aire acondicionado, compruebe si hay otros indicios de dolor.
El dolor puede provocar cambios en la respiración, incluida una frecuencia respiratoria irregular.
Inquietud o cambios en los hábitos de sueño
Un perro que sufre puede sentirse inquieto y mostrar incapacidad para ponerse cómodo y quedarse quieto.
Pasearse de un lado a otro, reajustar repetidamente la posición o levantarse y acostarse con frecuencia son motivos de preocupación.
Los patrones de sueño también pueden verse afectados. Un perro con dolor puede dormir más de lo habitual o tener dificultades para conciliar el sueño.
De nuevo, familiarizarse con los comportamientos normales de su perro le ayudará a determinar si algo se sale de lo normal.
Cambios en el comportamiento y el temperamento
El dolor puede cambiar el comportamiento de un perro y, al igual que un humano, un perro puede actuar de forma gruñona cuando siente dolor. Algunos perros se vuelven más agresivos y pueden incluso morder, sobre todo cuando se les toca en una zona que les duele. Es el instinto natural del animal protegerse para evitar más dolor.
Los comportamientos de evitación, como rehuir el contacto con personas y otras mascotas, son habituales cuando un perro siente dolor. Si a su perro normalmente le gusta que le toquen y de repente hace movimientos para evitar su contacto, el dolor puede ser el culpable. A veces esto va unido a depresión, letargo y embotamiento mental.
Otros perros pueden buscar más atención y actuar de forma necesitada cuando sienten dolor. Cualquier cambio radical o repentino de comportamiento es un claro indicio de que su perro necesita atención médica de un veterinario.
Qué hacer si sospecha que su perro sufre dolor
Es importante evitar que su perro sufra y que los problemas menores se conviertan en mayores. Sea amable y no empeore el dolor mientras intenta localizar la causa.
No medique usted mismo a su perro. Los medicamentos humanos para el dolor y la inflamación son peligrosos y pueden ser tóxicos para un animal, especialmente en la dosis incorrecta o cuando se combinan con otros medicamentos.
Hay muchas razones por las que el animal podría tener dolor, y algunas de ellas podrían indicar un problema más grave. Los desencadenantes del dolor crónico, como la artritis, pueden tratarse bien con la ayuda de su veterinario.
Si sospecha que su perro sufre dolor, no dude en pedir ayuda profesional a su veterinario de inmediato. Ellos podrán elaborar un diagnóstico y prescribirle el tratamiento adecuado.
Esta es casi siempre una mejor opción que intentar tratar el dolor de su perro usted mismo. Si lo intenta, podría acabar haciéndole más daño a su perro que bien. Así que ¡acuda al veterinario!