Un abrazo con cualquier otro nombre sigue siendo igual de dulce, sólo que no para la mayoría de los perros. Abrazar es una forma habitual en que las personas expresan afecto, por lo que no es de extrañar que queramos abrazar a nuestros cachorros. Por desgracia, la forma en que las personas expresan afecto suele estar reñida con la que los perros se sienten cómodos.
El contacto ventral con ventral (es decir, pecho con pecho) es algo que puede ver ocasionalmente cuando dos perros juegan (¡especialmente los Boxer!). Pero esto es poco frecuente. Aún más rara es la visión de dos perros con los brazos envueltos uno alrededor del otro en un abrazo apretado y prolongado. Sin embargo, la gente quiere abrazar a sus perros a diario.
Vaca intenta escapar del matadero. Gracias a Dios por lo que ocurre a continuación 
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Hay que tener en cuenta que los perros son una especie diferente a la nuestra y, como tales, se adhieren a un código de conducta educada muy distinto. La contención implícita en un abrazo no es indicativa de afecto en el mundo canino. Pero, no se puede eludir el hecho de que al elegir tener perros como parte de nuestras familias, éstos deben aprender a aceptar algunas de las maneras de los humanos. Esto incluye los abrazos o, al menos, la contención.
Ciertamente, algunos perros desarrollarán un vínculo de confianza con su gente hasta el punto de que los abrazos prolongados son muy apreciados. Sin embargo, aunque finalmente un perro no tenga los abrazos en lo alto de su lista de actividades favoritas, debería aprender a aceptar la sujeción.
Enseñar a su cachorro a tolerar que lo sujeten no consiste tanto en poder abrazarlo para su placer como en asegurarse de que puede sujetarlo por su seguridad sin que luche por liberarse. Imagínese que estalla una pelea en el recinto canino o que su perro se lesiona y hay que llevarlo a la consulta del veterinario.
Planifique muchas sesiones de práctica breves (de 3 a 5 minutos) al día, y haga lo posible por ir a un ritmo adecuado para su cachorro. Intentar apresurar y forzar a su perro para que acepte cualquier tipo de manipulación, pero sobre todo la sujeción, es probable que dé como resultado un cachorro que se sienta presionado y estresado. Ninguna de las dos cosas favorece la confianza, la calma y la aceptación de la instrucción o la sujeción en el futuro.
- Siéntese en el suelo y sujete a su cachorro en el regazo.
- Pase suavemente las manos por delante o por debajo del pecho de su perro para una sujeción suelta de 2-3 segundos y ofrézcale una golosina.
- Aumente gradualmente la duración de la sujeción suelta y masajee con calma el pecho de su cachorro.
- Disminuya la duración de la sujeción a medida que aumente gradualmente la intensidad de la misma. Siga reforzando con comida cada sujeción.
- Cuando su perro esté tranquilo y relajado con una sujeción breve y ligeramente más intensa, puede volver a aumentar gradualmente la duración.
Si su cachorro se resiste, reconózcalo como una señal de que ha sobrepasado el umbral de tolerancia del cachorro y necesita disminuir la duración y/o intensidad de la restricción y aumentar la recompensa para que sea menos probable que su cachorro se resista la próxima vez. Practique en tantos lugares como sea posible y solicite la ayuda de familiares y amigos para ayudar a su cachorro a convertirse en un sabueso feliz con los abrazos.
Andrea Arden es asesora en comportamiento animal, rescatadora, autora, conferenciante y experta en mascotas residente en el programa Today Show. Para más información, visite su página web, AndreaArden.com o lea todas las entregas del Proyecto Cachorro.
