La espina bífida en perros es una enfermedad congénita que se produce cuando la columna vertebral y la médula espinal de un perro no se desarrollan correctamente durante las primeras etapas de la gestación. Esta enfermedad pertenece a un grupo de trastornos conocidos como defectos del tubo neural. El tubo neural es la estructura embrionaria que acaba convirtiéndose en el cerebro, la médula espinal y los tejidos que los envuelven. Cuando una parte del tubo neural no llega a cerrarse del todo, el resultado es la espina bífida. Como tal, es una afección relativamente rara, que se produce principalmente en las regiones lumbar o sacra de la columna vertebral.
La espina bífida en perros puede clasificarse en tres formas:
Vea si puede leer las expresiones faciales de estos gatos.
- Espina bífida oculta: Esta es la forma más leve, en la que puede haber un pequeño hoyuelo o mechón de pelo en la espalda del perro, señalando el lugar del defecto de la columna vertebral. Los perros con espina bífida oculta pueden no mostrar síntomas o mostrar síntomas muy leves.
- Espina bífida con meningocele: En este tipo, hay una protrusión en forma de saco que contiene líquido cefalorraquídeo y meninges -la cubierta protectora de la médula espinal- a través de una abertura en las vértebras. Esta forma puede afectar o no a la médula espinal.
- Espina bífida con meningomielocele: Esta es la forma más grave, en la que una protuberancia en forma de saco contiene líquido cefalorraquídeo, meninges y una parte de la médula espinal, que puede estar expuesta o cubierta por una fina capa de piel. Esta forma suele provocar problemas neurológicos más importantes y requiere atención médica inmediata.
Esto es lo que debe saber sobre los síntomas, las causas y los tratamientos de esta afección.
Síntomas de la espina bífida en perros
(Crédito de la foto: Cavan Images | Getty Images)
Los síntomas de la espina bífida en perros pueden variar significativamente dependiendo de la gravedad y la ubicación del defecto en la columna vertebral. En los casos leves, los síntomas pueden ser poco o nada perceptibles. Sin embargo, los casos más graves pueden provocar problemas físicos y neurológicos importantes. Los signos más comunes son:
- Debilidad o parálisis en las patas traseras
- Incontinencia
- Marcha anormal
- Deformidad visible
- Falta de sensibilidad
Estos signos suelen hacerse evidentes a medida que el cachorro crece y se vuelve más activo. Si observa alguno de estos síntomas, es fundamental que consulte a un veterinario que pueda evaluar a su perro y proporcionarle un diagnóstico preciso.
La espina bífida en perros puede acompañar a menudo a defectos congénitos secundarios. Estos pueden incluir:
- Meningomielocele: Protrusión de las meninges y/o la médula espinal, a veces con bolsas llenas de líquido.
- La espina bífida en perros es una enfermedad congénita que se produce cuando la columna vertebral y la médula espinal de un perro no se desarrollan correctamente durante las primeras etapas de la gestación. Esta enfermedad pertenece a un grupo de trastornos conocidos como defectos del tubo neural. El tubo neural es la estructura embrionaria que acaba convirtiéndose en el cerebro, la médula espinal y los tejidos que los envuelven. Cuando una parte del tubo neural no llega a cerrarse del todo, el resultado es la espina bífida. Como tal, es una afección relativamente rara, que se produce principalmente en las regiones lumbar o sacra de la columna vertebral.
- La espina bífida en perros puede clasificarse en tres formas:
- Vea si puede leer las expresiones faciales de estos gatos.
Espina bífida oculta: Esta es la forma más leve, en la que puede haber un pequeño hoyuelo o mechón de pelo en la espalda del perro, señalando el lugar del defecto de la columna vertebral. Los perros con espina bífida oculta pueden no mostrar síntomas o mostrar síntomas muy leves.
Espina bífida con meningocele: En este tipo, hay una protrusión en forma de saco que contiene líquido cefalorraquídeo y meninges -la cubierta protectora de la médula espinal- a través de una abertura en las vértebras. Esta forma puede afectar o no a la médula espinal.
- Espina bífida con meningomielocele: Esta es la forma más grave, en la que una protuberancia en forma de saco contiene líquido cefalorraquídeo, meninges y una parte de la médula espinal, que puede estar expuesta o cubierta por una fina capa de piel. Esta forma suele provocar problemas neurológicos más importantes y requiere atención médica inmediata.
- Esto es lo que debe saber sobre los síntomas, las causas y los tratamientos de esta afección.
- Síntomas de la espina bífida en perros
- (Crédito de la foto: Cavan Images | Getty Images)
- Los síntomas de la espina bífida en perros pueden variar significativamente dependiendo de la gravedad y la ubicación del defecto en la columna vertebral. En los casos leves, los síntomas pueden ser poco o nada perceptibles. Sin embargo, los casos más graves pueden provocar problemas físicos y neurológicos importantes. Los signos más comunes son:
- Debilidad o parálisis en las patas traseras
- Incontinencia
- Marcha anormal
Deformidad visible
Falta de sensibilidad
Estos signos suelen hacerse evidentes a medida que el cachorro crece y se vuelve más activo. Si observa alguno de estos síntomas, es fundamental que consulte a un veterinario que pueda evaluar a su perro y proporcionarle un diagnóstico preciso.
La espina bífida en perros puede acompañar a menudo a defectos congénitos secundarios. Estos pueden incluir:
Meningomielocele: Protrusión de las meninges y/o la médula espinal, a veces con bolsas llenas de líquido.
Vértebras hemi o en bloque: Vértebras de forma irregular
- Hidrocefalia: Acumulación de un exceso de líquido en el cráneo, lo que provoca un edema cerebral.
- Seno dermoide: Saco tubular que se extiende desde la piel hasta los tejidos más profundos
- Causas de la espina bífida en perros
- La causa principal de la espina bífida es genética. En consecuencia, ciertas razas pueden ser más susceptibles a esta afección. Entre ellas se incluyen:
- Bulldogs ingleses
Bulldogs franceses