La hipoplasia cerebelosa en perros es una afección médica en la que una parte del cerebro conocida como cerebelo no se desarrolla correctamente. Puede dar lugar a que el perro experimente problemas de coordinación.
A menudo se trata de una afección hereditaria; aunque, algunas teorías sugieren que también puede ser el resultado de la exposición a toxinas e infecciones. Las razas de perro que parecen tener una mayor predisposición genética son los Boston Terrier, los Chow Chow y los Bull Terrier.
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Si observa indicios de que su perro puede estar sufriendo problemas de desarrollo cerebral, debe consultar a su veterinario para que le haga un diagnóstico y un tratamiento adecuados. Esto es lo que debe saber sobre los síntomas, las causas y los tratamientos de la hipoplasia cerebelosa en perros.
Síntomas de la hipoplasia cerebelosa en perros
La hipoplasia cerebelosa en perros puede dar lugar a una amplia gama de síntomas que pueden afectar a cachorros de tan sólo seis semanas de edad. Algunos de los síntomas más comunes son
- Temblores en el cuerpo y las extremidades
- Problemas de equilibrio
- Balanceo de la cabeza
- Dificultades para juzgar las distancias
- Torpeza
La gente suele referirse cariñosamente a los perros que padecen esta enfermedad como «perros tambaleantes» debido a sus movimientos, a menudo descoordinados.
Causas de la hipoplasia cerebelosa en perros
(Crédito de la foto: Tamás Klausz/Getty Images)
La causa de la hipoplasia cerebelosa en perros suele ser hereditaria. Cuando se trata de razas específicas de perros, las siguientes razas son las más comúnmente afectadas:
- Chow Chows
- Bull Terriers
- Cocker Spaniel
- Boston Terrier
- Gran danés
- Airedales
En algunos casos, la exposición a toxinas ambientales, las infecciones y las deficiencias dietéticas también se han citado como factores en el desarrollo de la enfermedad.
Tratamientos veterinarios
Si sospecha que su perro está desarrollando hipoplasia cerebelosa, su veterinario le hará una serie de preguntas detalladas sobre sus síntomas y su historial médico. Esto incluirá preguntas sobre el proceso de parto, así como cuestiones que puedan ser relevantes para una raza específica.
Su veterinario también querrá realizar un examen físico completo de su perra, incluyendo análisis de sangre y orina.
Por desgracia, no existe actualmente ningún tratamiento para esta afección, aparte de ayudar a los perros a vivir cómodamente. Sin embargo, no suele empeorar progresivamente a medida que el perro envejece.
La mayoría de los perros que padecen esta afección suelen tener una esperanza de vida normal; aunque es posible que deba imponer restricciones de movimiento y actividad para que su perro no acabe lesionándose.