Desde inolvidables delicias culinarias hasta icónicos lugares de interés cultural, pasando por maravillas paisajísticas, poderosos políticos y animadas experiencias nocturnas, Washington D.C. atrae a muchos juerguistas. Sin embargo, detrás de toda la ostentación y el glamour hay un preocupante problema de salud pública que ha estado sacudiendo la vibrante ciudad durante los últimos años: un abrumador problema de infestación de ratas.
Un estudio anual de 2023 sobre las ciudades de Estados Unidos más infestadas de roedores -elaborado por Orkin Canada- sitúa a Washington D.C. como la cuarta ciudad más «ratonera» del país. Tras la pandemia, la población de roedores en el distrito se disparó, por lo que los avistamientos de ratas en las calles, callejones y contenedores de basura cercanos a restaurantes y locales de ocio son ya bastante habituales.
Una vaca intenta escapar del matadero. Gracias a Dios por lo que ocurre a continuación
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Como respuesta, un grupo de propietarios de perros -que se hacen llamar los «Ratscallions»- está poniendo a trabajar a sus compañeros caninos.
La mayoría de las noches, este grupo de voluntarios -compuesto por unos 12 dueños de perros- recorre las calles y callejones de la capital del país con sus perros, cuyo trabajo consiste en encontrar y matar ratas. La mayoría de los miembros de los Ratscallions son propietarios de Terriers, un grupo de razas históricamente utilizadas para cazar roedores y otros animales de caza menor, gracias a su fuerte instinto de presa.
Linda Freeman, cabecilla de los Ratscallions, declaró a The Washington Post que a sus Bedlington Terrier les gusta cazar, y por eso decidió utilizarlos para resolver el problema de las ratas en el distrito.
«Cuando voy a ponerme la ropa de caza, se ponen a saltar», explica Freeman. «Empiezan a ladrar y a correr en círculos porque saben que van a ir a cazar ratas».
Cómo cazan ratas los Ratscallions y sus perros
(Crédito de la foto: BiZhaMox | Getty Images)
Al describir su atuendo para cazar ratas, Freeman dijo que los Ratscallions suelen llevar zapatos de suela gruesa, ya que a veces tienen que caminar por callejones llenos de trozos de cristal rotos. También explica que visten con pantalones largos y bien ajustados, no demasiado holgados. Según ella, han sufrido un incidente en el que «una rata subió por la pernera del pantalón de una chica».
Además, cada miembro del grupo suele llevar una camiseta con un bordado que dice «Ratscallions». El grupo también lleva agua y un botiquín de primeros auxilios para sus perros, que a veces resultan magullados por las ratas defensivas.
Según los Ratscallions, la caza de ratas es nada menos que un esfuerzo de equipo.
Desde inolvidables delicias culinarias hasta icónicos lugares de interés cultural, pasando por maravillas paisajísticas, poderosos políticos y animadas experiencias nocturnas, Washington D.C. atrae a muchos juerguistas. Sin embargo, detrás de toda la ostentación y el glamour hay un preocupante problema de salud pública que ha estado sacudiendo la vibrante ciudad durante los últimos años: un abrumador problema de infestación de ratas.
Un estudio anual de 2023 sobre las ciudades de Estados Unidos más infestadas de roedores -elaborado por Orkin Canada- sitúa a Washington D.C. como la cuarta ciudad más «ratonera» del país. Tras la pandemia, la población de roedores en el distrito se disparó, por lo que los avistamientos de ratas en las calles, callejones y contenedores de basura cercanos a restaurantes y locales de ocio son ya bastante habituales.
Una vaca intenta escapar del matadero. Gracias a Dios por lo que ocurre a continuación
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Como respuesta, un grupo de propietarios de perros -que se hacen llamar los «Ratscallions»- está poniendo a trabajar a sus compañeros caninos.
La mayoría de las noches, este grupo de voluntarios -compuesto por unos 12 dueños de perros- recorre las calles y callejones de la capital del país con sus perros, cuyo trabajo consiste en encontrar y matar ratas. La mayoría de los miembros de los Ratscallions son propietarios de Terriers, un grupo de razas históricamente utilizadas para cazar roedores y otros animales de caza menor, gracias a su fuerte instinto de presa.
Linda Freeman, cabecilla de los Ratscallions, declaró a The Washington Post que a sus Bedlington Terrier les gusta cazar, y por eso decidió utilizarlos para resolver el problema de las ratas en el distrito.
«Cuando voy a ponerme la ropa de caza, se ponen a saltar», explica Freeman. «Empiezan a ladrar y a correr en círculos porque saben que van a ir a cazar ratas».
Cómo cazan ratas los Ratscallions y sus perros
(Crédito de la foto: BiZhaMox | Getty Images)
Al describir su atuendo para cazar ratas, Freeman dijo que los Ratscallions suelen llevar zapatos de suela gruesa, ya que a veces tienen que caminar por callejones llenos de trozos de cristal rotos. También explica que visten con pantalones largos y bien ajustados, no demasiado holgados. Según ella, han sufrido un incidente en el que «una rata subió por la pernera del pantalón de una chica».
Además, cada miembro del grupo suele llevar una camiseta con un bordado que dice «Ratscallions». El grupo también lleva agua y un botiquín de primeros auxilios para sus perros, que a veces resultan magullados por las ratas defensivas.
Según los Ratscallions, la caza de ratas es nada menos que un esfuerzo de equipo.
«Están el perro y el adiestrador, están los perros que trabajan juntos como un equipo, y luego están los adiestradores que tienen que trabajar juntos como un equipo», dice Bomani Mtume, uno de los miembros del grupo. Caza roedores con su Cairn Terrier.
Perros de empuje frente a perros de captura
Para encontrar y matar a las ratas, los Ratscallions emplean una estrategia particular. Han clasificado a algunos de sus perros como «perros de empuje» y a otros como «perros de captura». Una vez que el grupo llega a la zona objetivo, sueltan a los perros de empuje. El trabajo de estos perros de empuje consiste en ahuyentar a los roedores de sus escondites.
Los Ratscallions prefieren utilizar perros de caza más pequeños y robustos como «perros de empuje». Esto se debe a que estos canes pueden trepar fácilmente por contenedores de basura o encajar entre espacios reducidos donde se esconden las ratas. Uno de los perros de empuje del grupo es un teckel llamado Dickie.
Mientras los perros de empuje se ponen manos a la obra, los «perros de captura» esperan cerca, listos para abalanzarse sobre las ratas que salen de sus escondites. Estos perros de captura rompen la médula espinal de los roedores con sus mandíbulas y los sacuden hasta matarlos.
Después, el grupo recoge a todos los roedores muertos por la cola con guantes de látex. Por último, se deshacen del cadáver en un saco para ratas, que no es más que una bolsa de basura negra con la que se pasean.
