La artritis y el envejecimiento del perro

Los signos de la artritis pueden ser difíciles de detectar. Puede que note que Fido tarda un poco más en levantarse por las mañanas y que parece que le cuesta más moverse. Pronto se dará cuenta de que le duele cada vez que camina, salta o incluso se sienta. Ya es bastante difícil aceptar que nuestro querido perro está envejeciendo, pero enterarse de que tiene artritis hace que parezca peor.

Pero preste atención: la artritis ya no tiene por qué significar una mala calidad de vida para su perro. La artritis es simplemente una inflamación de las articulaciones, a menudo acompañada de dolor, calor e hinchazón, que suele traducirse en un aumento de la rigidez y la inmovilidad. Hoy en día existen medicamentos y terapias que, combinados con algunos cambios en su hogar, pueden ayudar a su perro a estar más cómodo y sin dolor mientras sigue disfrutando de su vida con usted.

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Diagnosticar la artritis

El primer paso en el cuidado de un perro con artritis es un diagnóstico adecuado. Los síntomas de la artritis pueden ser difíciles de reconocer: los perros no pueden quejarse de sus articulaciones doloridas, por lo que todo lo que el propietario ve es una respuesta al dolor. Esté atento a cambios de comportamiento como:

  • Evitar actividades antes placenteras. Los perros artrósicos pueden dejar de saltar sobre los muebles, o morder o parecer molestos cuando se les toca.
  • Algunos perros pueden deprimirse o cambiar sus hábitos alimenticios; otros simplemente pueden parecer más gruñones de lo habitual.

Estos también son posibles síntomas de problemas mucho más graves, como una disfunción cognitiva o ciertos tipos de cáncer. Por eso es muy importante que consulte a su veterinario si sospecha que tiene artritis.

Su veterinario puede determinar el tipo de artritis que padece mediante una combinación de historial médico, análisis de sangre, radiografías, exámenes físicos y, si se justifica, pruebas del líquido del interior de la articulación o imágenes por resonancia magnética. Aunque es relativamente infrecuente, la artritis a veces puede estar causada por una infección bacteriana en el interior de una articulación o por un trastorno autoinmune.

Estas afecciones requieren medicamentos diferentes a los de la artrosis común. La artritis causada por displasia de codo o de cadera puede tratarse a veces quirúrgicamente. Su veterinario debe descartar estas causas probables antes de iniciar el tratamiento.

El tipo más común de artritis en perros y humanos es la osteoartritis, también llamada enfermedad articular degenerativa. La mayoría de los perros ancianos padecen artrosis en cierta medida. El paso del tiempo hace que el cartílago que amortigua las articulaciones se desgaste y los huesos empiecen a rozarse entre sí. A medida que la afección empeora, la fricción puede desgastar y dañar los huesos.

Este tipo de artritis puede producirse en cualquier articulación, aunque es más común y causa más dolor en las articulaciones que soportan peso, como los hombros, las caderas, los codos, las rodillas y los tobillos. Puede observarse fácilmente en perros de razas grandes, cuyos armazones soportan más peso, pero los perros más pequeños también se ven afectados. No existe cura para la artrosis, pero el dolor que causa puede controlarse mediante tratamiento médico, adaptación al entorno y dieta y ejercicio.

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Encontrar el tratamiento correcto

Tras diagnosticar y determinar la gravedad de la artritis de su perro, su veterinario discutirá con usted las opciones de tratamiento. Los nuevos medicamentos han hecho que el tratamiento de la artritis sea mucho más prometedor. Los esteroides y los antiinflamatorios disminuyen la hinchazón de las articulaciones y facilitan el movimiento. A menudo se recomiendan suplementos dietéticos, que fortalecen el cartílago de las articulaciones dañadas.

Sin embargo, no intente medicar la artritis de su perro por su cuenta, ya que los antiinflamatorios y suplementos humanos pueden ser peligrosos para los perros.

Algunos perros, sobre todo los más jóvenes, pueden beneficiarse de la cirugía. Los cirujanos veterinarios pueden intentar reconstruir las articulaciones para darles más estabilidad, o pueden realizar una artroscopia para extraer astillas de hueso dañado. En algunos perros grandes y medianos, los veterinarios pueden optar por sustituir toda la articulación de la cadera.

En perros más pequeños, pueden recomendar extirpar la parte superior del hueso femoral (parte superior de la pierna), ya que los músculos de la pierna compensarán la pérdida. En un caso extremo, con articulaciones dolorosas, inestables o congeladas, el veterinario puede realizar una artrodesis, es decir, «fusionar» la articulación.

Su veterinario analizará la viabilidad de la cirugía para su perro, teniendo en cuenta su edad, su estado general de salud y la progresión de la artritis. La cirugía no es una opción en todos los casos.

Muchos propietarios de perros y veterinarios recurren a terapias complementarias u holísticas para reducir los síntomas de la artritis. La acupuntura es cada vez más popular como tratamiento del dolor crónico y algunos profesionales sugieren el uso de suplementos de hierbas y vitaminas antioxidantes.

La terapia de masajes, que beneficia a los perros tanto física como emocionalmente, es otra opción que está ganando popularidad. Lleve a su perro a un masajista de animales con formación para que lo trate y evite causarle el dolor adicional que podría producirle una persona sin formación frotando sus articulaciones y músculos doloridos. Aprender usted mismo las técnicas de masaje es una forma de que tanto usted como su perro disfruten juntos de un tiempo de calidad.

Hacer la vida más fácil

Los perros con artritis se enfrentan a retos físicos que antes podían superar fácilmente, como escaleras empinadas, suelos resbaladizos y corrientes de aire frío. Si hace algunas modificaciones en la casa, puede ayudar a su perro artrósico a moverse con más facilidad y confianza.

  • Mantenga los platos de comida y agua a una altura cómoda y sobre una superficie antideslizante, como una alfombrilla de goma o un trozo de moqueta de interior-exterior. En una casa de varios niveles, disponga de agua en cada planta.
  • Proporciónele una superficie acolchada para amortiguar sus articulaciones mientras se sienta y duerme. Los cojines viejos de sillas y sofás funcionan tan bien como una cama cara de la tienda de animales. Asegúrese de que su cama esté en un lugar cálido y sin corrientes de aire.
  • Coloque alfombrillas antideslizantes sobre los suelos resbaladizos de madera o linóleo. Puede encontrarlas en la mayoría de las tiendas de bricolaje y ferreterías.
  • Las rampas pueden ayudar a los perros a subir escaleras, montarse en los muebles, acceder a cualquier lugar al que solían saltar. Puede fabricar su propia rampa, con madera contrachapada pesada cubierta de moqueta resistente. Hágala lo suficientemente larga para que no haya un ángulo pronunciado por el que su perro pueda subir y asegúrese de que ambos extremos están completamente sujetos antes de permitir que su perro suba a la rampa.
  • Algunos perros hacen caso omiso de su dolor y rigidez y pueden hacerse daño intentando subir escaleras. Puede evitar que se lesione colocando una barrera que impida el acceso a las escaleras cuando usted no esté allí para supervisar.
  • Un arnés casero puede ayudarle a sostener el peso de su perro grande mientras se desplaza. Deslice una correa larga y ancha de cuero, lona o un tejido grueso y resistente, como una toalla de baño, por debajo de su pecho y sujete un extremo con cada mano. Si tira de los extremos cuando ella esté de pie, le ayudará a mantener el equilibrio; el arnés también es útil para subir escaleras y entrar y salir del coche.
  • Un poco de calor adicional puede ayudar a un perro dolorido a dormir mejor. Envuelva una bolsa de agua caliente en una toalla o meta en su cama una almohadilla térmica apta para microondas.
  • Si a su perro le gusta pasar tiempo solo en el patio, asegúrese de que puede vigilarlo mientras se mueve. Los perros con artritis son vulnerables a los ataques de otros animales, pueden caerse y lesionarse, y sus articulaciones pueden agarrotarse con el tiempo frío o húmedo. Si no tiene una vista despejada desde una puerta o ventana, siéntese fuera con ellos.
  • Asee a su perro con regularidad. A medida que pierde flexibilidad en sus articulaciones, no puede alcanzar lugares especiales como antes. Un cepillado regular ayudará a su perra a sentirse cómoda y le permitirá pasar un rato tranquilo y afectuoso con ella.
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Hay otras cosas que puede hacer para ayudar a su perro. Tenga en cuenta sus actividades favoritas y las habitaciones en las que pasa el tiempo. Piense en cosas que puede hacer para que cada actividad sea menos agotadora y más segura.

Controle sus propias acciones. ¿Realmente necesita hacer todos esos viajes subiendo y bajando las escaleras? O si lo hace, ¿es realmente necesario que ella le acompañe? Por su seguridad y bienestar, ponga la puerta para bebés. Usted es quien mejor conoce las necesidades específicas de su mascota, ¡y puede que le inspiren algunas soluciones creativas!

Mantener la movilidad de su perro

Una vez que haya modificado el entorno de su perro, empiece a modificar su estilo de vida. El ejercicio moderado puede ayudar a que su perro se sienta más cómodo fortaleciendo los músculos, manteniendo flexibles los ligamentos, evitando la obesidad y mejorando la circulación de las articulaciones rígidas. Tras uno o dos minutos de calentamiento, muchos perros artrósicos se mueven con más facilidad y menos dolor.

Si su perro se muestra reacio a moverse al principio porque le duelen las articulaciones, proporciónele un incentivo como un juguete favorito o una golosina para que se ponga en pie. Haga que el ejercicio sea lo más divertido posible dándole muchas caricias y afecto antes y después, y quizá una golosina saludable después.

Aunque el ejercicio moderado es vital para la salud de su perro, una actividad demasiado extenuante puede causar daños en sus articulaciones. Vigile de cerca a su perro para que no se esfuerce en exceso ni se lesione, sobre todo si siempre ha sido un perro activo. Vigile de cerca su ejercicio -atento a signos de agotamiento o dolor- y detenga la actividad si nota alguna molestia.

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Su perro se beneficiará de una dieta sana y del control de su peso. La obesidad dificulta el control de la artritis porque aumenta la tensión en las articulaciones, dificultando su movimiento. A los perros artrósicos les va bien una dieta de alta calidad que mantenga su peso en un nivel saludable. Si no puede palpar las costillas de su perro con facilidad, consulte a su veterinario sobre el ejercicio y el control dietético para reducir su peso.

Existen tantas opciones para hacer frente a un perro con artritis que pueden resultar abrumadoras. Su mejor aliado en la batalla contra la artritis de su perro es su veterinario, que le guiará para encontrar el mejor tratamiento o combinación de tratamientos para las necesidades de su perro.

Intente no desanimarse. La artritis puede cambiar su vida con su perro, pero no significa que se haya acabado. Puede que algunas actividades tengan que restringirse o modificarse, pero pueden sustituirse por tiempo extra dedicado a acariciarla, acicalarla, darle masajes o simplemente pasar tiempo con ella. A medida que cuide de su perra artrítica, puede que descubra que su vínculo especial con ella aumenta. La amistad que antes era enérgica y juguetona acabará siendo sustituida por la alegría de una vida en común amable y afectuosa.

Fuente: Adaptado de la American Animal Hospital Association

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