El verano pasado, una familia del norte de California perdió su casa. Se apresuraron a empaquetar lo que habían decidido llevarse y condujeron hasta el vertedero con el resto. Allí dejaron un viejo sofá cansado y una mezcla de Pit Bull marrón. Durante varios días la perra esperó el regreso de su familia. Atada al sofá no tenía otra opción.
Cuando por fin la descubrieron, estaba deshidratada y muy cansada. Debbie Eaglebarger, cuidadora del refugio local de Corning, California, y quien la desató, le dio algo de comer y beber y la llamó Summer.
Vaca intenta escapar del matadero. Gracias a Dios por lo que ocurre a continuación 
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Siempre habrá gente como los antiguos dueños de Summer, que se deshacen de sus perros sin pensar. Pero Eaglebarger afirma que el número de perros abandonados precipitadamente debido a un desahucio o a la pérdida de la vivienda va en aumento. «La crisis de las ejecuciones hipotecarias está golpeando muy fuerte aquí», afirma.
Sufrimiento compartido
Durante los últimos meses, los reportajes sobre el agravamiento de la crisis inmobiliaria han dominado las noticias. Mucho menos publicitado es cómo está afectando a la población de mascotas. El seguimiento es irregular, pero los refugios de animales de Nueva York a California y de todos los lugares intermedios informan de que se están entregando más mascotas en lugares especialmente afectados por los problemas de vivienda.
«Sin duda, estamos viendo que más gente trae perros porque se está mudando», afirma Sharon Harvey, Directora Ejecutiva de la Liga Protectora de Animales de Cleveland, en Ohio, donde unas 150.000 viviendas entraron en ejecución hipotecaria el año pasado.
Mientras que una de cada 10 viviendas en todo el país está bajo el agua, lo que significa que la casa vale menos que la hipoteca, esa proporción es mucho mayor en Ohio. «Cuando estas personas se desprenden de sus animales no siempre dicen que se debe a una ejecución hipotecaria», dice Harvey, «pero a menudo está bastante claro que eso es lo que está ocurriendo».
En Sacramento, California, que tiene la quinta tasa de ejecuciones hipotecarias más alta del país, el índice de entrega de animales de septiembre a diciembre de 2007 aumentó un 130% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Ya no hay sitio para una mascota
«Mudarse» ha sido siempre una de las principales razones que los propietarios enumeran para entregar a sus mascotas a un refugio. Pero esta crisis está afectando incluso a aquellos que nunca habían soñado con renunciar a sus mascotas. Los propietarios que se ven obligados a vender sus casas no tienen muchas opciones. Pueden encontrarse compartiendo el escaso espacio con amigos o familiares, o lidiando con caseros que prefieren aceptar al inquilino que no tiene perro o gato. De repente, ya no hay sitio en su vida para una mascota.
Los animales más afortunados tienen dueños capaces de encontrarles un nuevo hogar. Pero incluso ser llevado a un refugio es mejor que la alternativa. Los animales abandonados rara vez tienen una oportunidad. «La tendencia parece ser que, una vez abandonados, los bancos o los propietarios de estos inmuebles encuentran a los animales y llaman a su centro local de bienestar animal para que les ayuden a hacerse cargo de ellos», afirma Stephen Zawistowski, Vicepresidente Ejecutivo de la Sociedad Americana de Prevención de la Crueldad contra los Animales.
Y lo que encuentran los investigadores no es bonito. Cuando un vecino o el propietario se dan cuenta de que se ha abandonado una mascota, puede ser demasiado tarde. Con frecuencia, el perro o el gato se encuentra en estado grave: demasiado débil para moverse, con insuficiencia renal o muerto.
Las pruebas del miedo y el dolor que experimentan en los últimos días de su vida aparecen en marcas de arañazos en las puertas y de mordiscos alrededor de las ventanas. «No es raro encontrar trozos mordisqueados de alfombras y paneles de pared; intentarán comerse cualquier cosa», dice Stephanie Shain, de la Humane Society de Estados Unidos. «Los animales abandonados se vuelven absolutamente desesperados».
Incapaces de valerse por sí mismos
Mientras que algunos animales son abandonados en hogares, otros son dejados sueltos en las calles sin medios para encontrar comida o protección. «No importa la época del año, encontramos cachorros, perras preñadas y gatos que intentan valerse por sí mismos», dice Kristine Schmidt, de Pet Rescue of Mercer en Nueva Jersey. «Los perros viejos y enfermos son las peores víctimas».
Por muy molesto que sea, los administradores de los refugios animan a los propietarios desplazados a llevar a sus mascotas a un refugio. «No estamos aquí para juzgar – nadie está haciendo un juicio de valor», dice Harvey. «Preferiríamos que nos trajeran a su animal a tener que ir a buscar a un animal medio muerto de hambre y traumatizado».
Llega Summer
Summer resultó estar entre los afortunados. Eaglebarger pudo encontrarle un nuevo hogar a la otrora temerosa perra. La mezcla de pit, que se ha convertido en una perra muy cariñosa, vive ahora permanentemente con su nueva familia, una pareja, en San Francisco.
Eaglebarger intenta ayudar a las personas a punto de perder su hogar a encontrar uno nuevo, y hay opciones (Ver Evitar la crisis de vivienda de una mascota). Pero también recomienda llevar a su perro a un refugio si todo lo demás falla. «Es mucho mejor que dejar a su perro a un lado de la carretera para que se muera de hambre, se pelee o lo atropelle un coche», dice, «o que lo tiren a un vertedero».
