¿Pueden los perros comer albóndigas? Tal vez se haya preguntado si podría compartir algunas con su perro mientras prepara una tanda de albóndigas caseras para acompañar un festín dominical de salsa roja. Si los humanos pueden comer albóndigas, ¿los perros también pueden comerlas sin peligro?
No hay una respuesta corta de sí o no a si los perros pueden comer albóndigas sin peligro. Muchas albóndigas compradas en tiendas pueden tener un alto contenido en grasa y sodio, y también es posible que se les añadan ingredientes nocivos, como cebolla y ajo, lo que significa que no son una buena opción para las necesidades dietéticas de su perro.
Una opción más segura es hacer usted mismo las albóndigas para poder vigilar qué ingredientes entran y cuáles no.
Como siempre, debe consultar a su veterinario antes de introducir cualquier alimento nuevo a su perro. Esto es lo que debe saber sobre las albóndigas y los perros.
¿Cuándo pueden comer albóndigas los perros?
Siempre que el ingrediente principal de las albóndigas sea una carne que su perro pueda tolerar, como el pollo o la ternera, las albóndigas pueden ser una buena fuente de proteínas para su perro.
Los ingredientes secundarios de las albóndigas, como el pan rallado y el queso, también pueden aportar cierto valor nutritivo a su perro.
En general, lo mejor es preparar usted mismo las albóndigas para su perro, así controlará totalmente los ingredientes que las componen.
¿Cuándo son malas las albóndigas para los perros?
(Crédito de la foto: Elena Grigorovich / EyeEm/Getty Images)
El principal problema de servir albóndigas a su perro es que muchas albóndigas compradas en tiendas y destinadas a los humanos llevan ingredientes adicionales. Algunos de los ingredientes habituales de las albóndigas que podrían resultar perjudiciales para su perro son la cebolla, el ajo y altos niveles de sodio.
Los perros que consumen demasiado sodio pueden correr el riesgo de desarrollar afecciones como hipertensión arterial y enfermedades cardiacas. Además, demasiado sodio puede provocar intoxicación por sal, que produce síntomas como diarrea, vómitos y beber mucha más agua de lo habitual.
Otro problema a la hora de servir albóndigas a su perro es que a menudo se acompañan con salsas que también pueden contener ingredientes perjudiciales.
Así que, aunque en algunos casos las albóndigas pueden estar bien para servir a su perro, podría suponer más esfuerzo del que merece la pena cocinar una tanda de albóndigas exclusivamente para su can.