(Crédito de la foto: BURCU ATALAY TANKUT/Getty Images)
¿Los perros pueden comer avellanas? Tal vez haya pensado en compartir algunas con su perro mientras usted merienda un puñado de avellanas. Si los humanos pueden comer avellanas, ¿los perros también pueden comerlas sin peligro?
No hay una respuesta corta de sí o no a si los perros pueden comer avellanas sin peligro. Técnicamente, las avellanas no son tóxicas para los perros, pero hay bastantes problemas potenciales que podrían surgir si un perro come demasiadas avellanas.
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Así que, aunque no debe asustarse si su perro se zampa un par de avellanas, puede haber opciones más apropiadas de aperitivos caninos a base de frutos secos, como los anacardos.
Como siempre, debe consultar a su veterinario habitual antes de compartir cualquier alimento humano con su querido chucho, incluidos aperitivos como los frutos secos. Esto es lo que debe saber sobre las avellanas y los perros.
¿Cuándo pueden comer avellanas los perros?
Las avellanas no se consideran tóxicas para los perros.
En términos de beneficios nutricionales, tienen un alto contenido en proteínas y ciertos ácidos grasos esenciales que pueden ayudar a mantener la piel y las articulaciones de su perro en buen estado de salud.
¿Cuándo son malas las avellanas para los perros?
(Crédito de la foto: Elizaveta Antropova/Getty Images)
El mayor problema de alimentar a un perro con avellanas es el contenido de grasa que contienen. Al ser ricas en grasa, comer demasiadas podría contribuir a que un perro desarrolle obesidad canina.
Además, existe la posibilidad de que comer avellanas provoque un caso de pancreatitis.
Junto con el contenido de grasa, las nueces también podrían convertirse en un peligro de asfixia para su perro o provocar una obstrucción intestinal si los perros no las mastican correctamente. Un bloqueo intestinal podría, a su vez, provocar diarrea, vómitos y un estómago hinchado.
Por último, si decide dejar que su perro meriende unas cuantas avellanas, asegúrese de que no se les ha añadido sal extra y de que no han sido envasadas junto con otros frutos secos que puedan ser tóxicos para los perros, como las nueces de macadamia o las pacanas.
