¿Pueden comer caldo los perros? Quizá se lo haya preguntado alguna vez al añadir una pastilla de caldo al agua para hacer un caldo rápido o un caldo para una sopa o un guiso sustanciosos. Si los humanos pueden comer caldo, ¿los perros también pueden comerlo sin peligro?
La respuesta corta es no, los perros no pueden comer caldo sin peligro. El principal problema es que, tanto si utiliza un caldo a base de carne como de verduras, casi todos los caldos producidos comercialmente son muy ricos en sodio.
Además, la mayoría de los caldos llevan cebolla y ajo añadidos para darles sabor, y ambos son ingredientes que pueden resultar perjudiciales para su perro.
Si su perro llega a consumir mucho caldo, llame a su veterinario para que le aconseje. Esto es lo que debe saber sobre el caldo y los perros.
¿Por qué es malo el caldo para los perros?
Tanto si compra caldo de pollo, de ternera o de verduras, existe una probabilidad casi segura de que se le haya añadido mucho sodio. La dieta de un perro no debe ser rica en sodio.
Consumir demasiado sodio puede hacer que un perro sufra enfermedades cardiacas e hipertensión arterial, e incluso podría provocar una intoxicación por sal.
Además de altos niveles de sal, la mayoría de los caldos llevan ajo y cebolla añadidos para darles un toque extra de sabor. Por desgracia, tanto el ajo como la cebolla pueden ser perjudiciales para su perro.
¿Qué debo hacer si mi perro come caldo?
(Crédito de la imagen: ClaudioVentrella/Getty Images)
Si se ha dado cuenta de que su perro ha consumido una cantidad muy pequeña de caldo, no lo pierda de vista y esté atento a cualquier síntoma como diarrea, vómitos y beber mucha más agua de lo habitual.
Estos síntomas podrían indicar que su perro no está reaccionando bien al caldo e incluso podrían sugerir una intoxicación por sal.
En los casos en que su perro haya conseguido ingerir una cantidad mucho mayor de caldo, consulte a su veterinario. Podrá hacerle preguntas sobre su historial médico y los síntomas actuales y formular un plan seguro con el que seguir adelante.
Recuerde, si le han aconsejado añadir caldo a las comidas de su perro por razones médicas o nutricionales, evite siempre utilizar caldo. En su lugar, tómese el tiempo necesario para preparar usted mismo un caldo sencillo que no contenga sal extra.