¿Pueden comer sandía los perros? La respuesta corta es sí, los perros pueden comer sandía. Pero antes de alimentar a su perro con esta sabrosa golosina, hay algunas cosas que debe saber.
Esta fruta tiene muchas vitaminas y nutrientes beneficiosos para la salud de su perro, y están compuestas en un 92% de agua, por lo que pueden ser especialmente refrescantes en un día caluroso.
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Sin embargo, demasiado de algo bueno puede ser malo, y las cortezas y semillas de las sandías pueden causar graves problemas de salud. Es importante saber cómo servírsela a su perro de forma segura para que no enferme.
Como siempre, debe consultar a su veterinario antes de compartir alimentos humanos, incluida la sandía, con su perro. Esto es lo que debe saber sobre la alimentación de los perros con sandía.
¿En qué sentido es buena la sandía para los perros?
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La sandía está llena de nutrientes beneficiosos que son saludables para los perros, como el potasio y las vitaminas A, B6 y C. También es rica en fibra, buena para la digestión.
Aunque la sandía contiene azúcar, el contenido de fibra de la fruta aísla el azúcar y evita que se libere en el torrente sanguíneo con demasiada rapidez. También es una fuente de licopeno, que es un antioxidante que puede ayudar a prevenir el cáncer.
La sandía es baja en calorías, baja en sodio, sin grasa y sin colesterol, lo que la convierte en una opción más saludable que muchas golosinas compradas en las tiendas. Al estar compuesta en un 92% de agua, esta fruta puede ser una buena fuente de hidratación y un capricho especialmente refrescante en un día caluroso.
¿Cuándo es mala la sandía para los perros?
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La sandía no debe constituir una parte importante de la dieta de un perro. Los perros que comen demasiada sandía probablemente tendrán dolor de barriga junto con algo de diarrea u otros signos de malestar gastrointestinal.
Algunos perros sufren molestias estomacales cuando prueban un alimento nuevo al que no están acostumbrados. Lo mejor es dar a su perro sandía con moderación, sobre todo si no la ha comido antes, y ver cómo reacciona.
Puede preguntar a su veterinario o nutricionista sobre la cantidad adecuada para cada perro.
Algunas partes de la fruta son peligrosas
Las semillas pueden suponer un problema para los perros. Puede que una o dos semillas no supongan una gran diferencia, pero muchas pueden acabar provocando una obstrucción en el tracto digestivo. Algunos perros grandes pueden expulsar las semillas sin problemas, pero los más pequeños corren especial riesgo de sufrir una obstrucción.
Las cáscaras tampoco son seguras para comer. Aunque los perros pueden mordisquear sin peligro el interior verde claro de la fruta, esta parte de la sandía es firme y difícil de masticar. Los perros pueden tragarse la corteza sin masticarla completamente, lo que puede provocar una obstrucción intestinal.
La piel de la sandía también es muy difícil de digerir y puede provocar una obstrucción mayor. De nuevo, los perros más pequeños corren más riesgo.
Si su perro come las pepitas o la corteza de una sandía y observa los signos de una obstrucción intestinal, como vómitos, estreñimiento, letargo y dolor abdominal, acuda inmediatamente a su veterinario para evitar complicaciones graves.
Debe estar atento a los signos de obstrucción intestinal durante al menos 24 horas después de que su perro coma la corteza o las semillas.
Sólo sandía natural
Los productos dulces que contienen sandía o cualquier cosa con sabor a sandía artificial no son probablemente una buena idea para los perros. Suelen estar llenos de azúcar, productos químicos u otras sustancias que pueden enfermar a su perro.
Demasiado azúcar puede provocar molestias gastrointestinales a corto plazo y diabetes u obesidad a largo plazo. Los edulcorantes artificiales como el xilitol pueden ser incluso tóxicos para los perros, así que limítese a la sandía natural que prepare usted mismo. Así sabrá lo que contiene.
¿Cómo debe alimentar a su perro con sandía?
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Antes de alimentar a su perro con sandía o con cualquier otro alimento humano, debe consultar a su veterinario o nutricionista sobre la cantidad que debe darle, si es el caso, y con qué frecuencia. Muchos perros tienen necesidades dietéticas diferentes, y algunos padecen afecciones médicas que podrían hacer de la sandía una mala elección.
Una vez que tenga el visto bueno de su veterinario o nutricionista, asegúrese de quitar las semillas o la corteza de la sandía antes de dársela a su perro. Cortarla en dados pequeños y masticables es la forma más sencilla de preparar sandía para perros y constituye una golosina agradable y fácil.
También puede congelar la sandía para obtener una golosina veraniega más refrescante, pero asegúrese de que los dientes de su perro están lo bastante sanos como para masticar alimentos congelados sin dañarse.
Si se siente muy creativo, puede mezclar la sandía con otros ingredientes seguros y saludables, como los arándanos, para hacer una macedonia o un batido de frutas para su perro.
Siga todos los consejos de seguridad que le dé su veterinario para alimentar a su perro de forma segura.
