¿Los perros pueden comer almendras? La respuesta corta es no, los perros no pueden comer almendras, aunque su perro haya comido una o dos almendras en el pasado y se haya sentido bien.
Aunque no es probable que las almendras sean tóxicas, el sistema digestivo de los perros no las maneja bien y pueden provocar obstrucciones. También presentan un riesgo de asfixia y otros peligros para la salud de su perro, sobre todo si están saladas o condimentadas.
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Si busca una fuente de proteínas para su perro, hay muchas opciones más sanas y seguras que las almendras. Reserve estos frutos secos sólo para los humanos de su casa. Y como siempre, pregunte a su veterinario antes de compartir alimentos humanos con su perro.
Esto es lo que debe saber sobre las almendras y los perros.
¿Por qué son malas las almendras para los perros?
(Crédito de la imagen: Getty Images)
Aunque no es probable que las almendras en sí sean tóxicas para los perros, se sabe que a veces albergan un cierto tipo de moho llamado moho Aspergillus, que contiene aflatoxina. Esta sustancia puede provocar una intoxicación en su perro, ya que afecta especialmente a los caninos.
Muchas almendras están cubiertas de sal y otros condimentos que pueden ser perjudiciales para los perros. Demasiada sal puede provocar retención de líquidos, lo que es especialmente peligroso para los perros con afecciones cardiacas. En grandes cantidades, el consumo de sal puede provocar toxicidad salina. Las especias y los condimentos pueden saber bien a los perros, pero muchos de ellos pueden provocar molestias gastrointestinales.
Incluso si le da a su perro frutos secos naturales, sin moho, sin condimentos ni sal añadidos, siguen existiendo varios peligros. Las almendras tienen un alto contenido en fósforo, que puede favorecer la formación de cálculos en la vejiga. Su alto contenido en grasa puede provocar trastornos gastrointestinales a corto plazo y afecciones como la obesidad y la pancreatitis a largo plazo.
El sistema digestivo de los perros no procesa bien las proteínas de las almendras, lo que puede provocar obstrucciones gastrointestinales. Además, las nueces pequeñas y duras son un peligro de asfixia, sobre todo para los perros más pequeños o que no mastican completamente antes de tragar.
Como ocurre con casi cualquier alimento, los perros pueden tener una reacción alérgica a las almendras. En raras ocasiones, esto puede provocar anafilaxia, una afección potencialmente mortal. Si observa los signos de una reacción alérgica, como estornudos, tos, hinchazón, urticaria o dificultad para respirar, póngase en contacto con su veterinario de inmediato.
Pero, ¿qué ocurre con los productos que sólo tienen sabor a almendra y no contienen la nuez entera? Bueno, los productos con sabor a almendra suelen contener azúcar, edulcorantes artificiales, sustancias químicas y otras cosas que podrían perjudicar la salud de su perro.
Asegúrese de leer todas las etiquetas. Siempre es una buena idea consultar a su veterinario antes de compartir cualquier alimento humano con su perro.
¿Qué debe hacer si su perro come almendras?
(Crédito de la imagen: Getty Images)
No es probable que una o dos almendras afecten a la salud de su perro, siempre que no sea alérgico. Esté atento a cualquier signo de asfixia si su perro consigue tragarse una almendra.
También debe estar atento a síntomas de obstrucción gastrointestinal, vómitos, diarrea u otras molestias del aparato digestivo y llamar a su veterinario si los detecta. Si su perro sigue pareciendo estar bien varias horas después de comer las nueces, probablemente no haya motivo de preocupación.
Sin embargo, si su perro consigue robar muchas almendras, debe llamar inmediatamente a su veterinario o al servicio de toxicología.
La mayoría de las veces, le indicarán cómo inducir el vómito a su perro, siempre que llame antes de que transcurran 30 minutos desde que su perro comió las nueces. Si ha transcurrido más tiempo, es posible que deba llevar rápidamente a su perro al veterinario de urgencias para que lo traten.
Es posible que le administren a su perro fluidos intravenosos, cuidados de apoyo para evitar daños hepáticos, medicación para reducir síntomas como vómitos y diarrea, o tratamiento para la pancreatitis.
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