¿Los perros pueden comer queso azul? Tal vez se haya preguntado si podría compartir un poco con su perro mientras desmenuza queso azul en la ensalada del almuerzo o corta unas lonchas para un sándwich de queso a la plancha. Si los humanos pueden comer queso azul, ¿los perros también pueden comerlo sin peligro?
La respuesta corta es no, los perros no pueden comer queso azul sin peligro. Aunque el queso en general no suele ser tóxico para los perros, la adición de un determinado hongo en los quesos azules puede resultar problemática para los perros y provocar una serie de síntomas.
Por ello, mantenga los quesos azules como el gorgonzola, el stilton y el roquefort alejados de su perro en todo momento. Si su perro come alguno por accidente, lo mejor es que consulte a su veterinario. Esto es lo que debe saber sobre el queso azul y los perros.
¿Por qué el queso azul es malo para los perros?
El queso en general no se considera tóxico para los perros, aunque contiene una cantidad de lactosa que puede agravar a los perros que sufren problemas de intolerancia a la lactosa.
Aunque esto también es cierto en el caso de los quesos azules, éstos también se producen utilizando un hongo que puede afectar negativamente a un perro. Este hongo contribuye a dar a los quesos azules su característico aspecto marmolado, pero también puede producir roquefortina C, que puede provocar una serie de síntomas en los perros.
Algunos de los síntomas más comunes en los perros que puede producir la roquefortina C incluyen:
- Convulsiones
- Diarrea
- Vómitos
Además, dado que el queso es un alimento rico en grasas, no es realmente adecuado para los perros de forma regular. Comer demasiado queso -ya sea queso azul o de otro tipo- podría ayudar a empujar a su perro por la senda de la obesidad canina.
¿Qué debo hacer si mi perro come queso azul?
(Crédito de la foto: Diana Miller/Getty Images)
En primer lugar, si su perro come a escondidas un bocado muy pequeño de queso azul, existe la posibilidad de que se encuentre bien. Quítele el resto del queso y vigile su estado para detectar cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente. Si parecen empeorar, llame a su veterinario.
Sin embargo, si descubre que su perro ha logrado consumir una gran cantidad de queso azul, es una práctica segura ponerse en contacto con su veterinario de inmediato.
Ellos podrán aconsejarle sobre qué signos y síntomas podrían ser motivo de alarma y si su perro necesita buscar ayuda médica.
