Pregunta:
¿Qué tipo de huesos de perro son seguros para mi cachorro?
Vea si puede leer las expresiones faciales de estos gatos.
Respuesta:
Existen muchos tipos diferentes de huesos, por lo que darle uno a su perro de vez en cuando requiere un poco de investigación y sentido común. Lo más importante que debe saber es que los huesos de pollo nunca son una idea segura, pero algunos huesos pueden ser realmente buenos para su perro. Veamos los distintos tipos de huesos, así como los pros y los contras de cada uno.
Huesos comunes para perros
Huesos de cuero crudo
El cuero crudo es uno de los tipos más populares, pero la mayoría de los huesos de cuero crudo están hechos de partes de vacuno indigestas y excesivamente conservadas, y contienen muy pocas proteínas y mucha grasa. En su lugar, considere las pieles de cerdo. Pueden ser muy ricos en proteínas y muy digestibles. Busque una marca que sólo utilice conservantes naturales y tendrá una golosina estupenda que mantendrá contento a su perro y le ayudará a gozar de buena salud.
Huesos crudos
Los huesos crudos están repletos de nutrientes, pero presentan graves problemas de seguridad. No sólo pueden raspar y desgarrar los órganos internos, sino que a menudo suponen un peligro de asfixia. Recuerde que los perros no suelen masticar. Lo que hacen es desgarrar y tragar, lo que deja grandes trozos de hueso que pueden causar obstrucciones, daños internos o incluso la muerte.
Huesos de tuétano
Los huesos de tuétano, por otro lado, son uno de mis favoritos, y puedes pedir a tu carnicero que los corte a la longitud que quieras. Mételos en una bolsa en el congelador y dale uno a tu perro cuando el hueso esté congelado (así lo encontrará especialmente interesante). Además de la dureza extra, que ayuda a limpiar los dientes y masajear las encías, estará ocupado durante horas mientras roe el hueso. Ventaja añadida: los huesos de tuétano son uno de los tipos menos caros que puedes comprar para tu perro.
Recuerde que debe supervisar a su perro cada vez que reciba una golosina o un hueso nuevo, y asegúrese siempre de que los trozos no sean tan pequeños que supongan un riesgo de asfixia.