Mi amiga Ann, que sigue acogiendo perros del refugio donde yo solía ser voluntaria, me informa de que Sancho ha vuelto a Adopciones. Sacudo la cabeza, pues recuerdo bien a este cachorro: culito meneante y cara más expresiva que la de muchos humanos. Es irresistible.
De hecho, es casi demasiado fácil enamorarse de Sancho. Supongo que más de una vez ha conseguido encandilar a personas que no habían considerado realmente el impacto de añadir un perro a sus vidas. Adopciones impulsivas sin un verdadero sentido del compromiso por parte de la gente. Ann me cuenta que Sancho ha rebotado por varios hogares en los últimos años, y su descripción en la página web del refugio dice ahora: «Estaba perdido pero mi dueño no me ha encontrado».
Vaca intenta escapar del matadero. Gracias a Dios por lo que ocurre a continuación 
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A sus nueve años, Sancho se ha ganado el distinguido título de Elderbull, y su dulce naturaleza le ha consolidado como uno de los favoritos de los voluntarios. Es juguetón en su justa medida: no demasiado necesitado, pero nunca distante. Y aunque no está especialmente interesado en la compañía de perros (probablemente estaría mejor en una familia de un solo can), tolera sus olfateos y acercamientos caóticos con caballerosa cortesía. Un Pit Bull A+, le llamó Ann. ¿Por qué no hay más hogares A+?
Sancho serio (y precioso)
Ann compartió estas notas que tomó tras su noche con Sancho:
«Entró directamente en casa y exploró con curiosidad, pero nunca se metió con nada. Le gustaba mucho estar fuera, en el jardín, y estuvo bastante activo correteando e investigando para después descansar al sol. Es muy simpático y, aunque no se te echa encima ni pide atención, le encanta que le acaricien y le cepillen, y se acurrucó cerca de mí por la noche mientras leía. Cuando se apagaron las luces, se fue directamente a la cama y estuvo tranquilo casi toda la noche. Le encanta salir a pasear, pero no es un perro muy enérgico. Está domesticado. Parece que aprende rápido y está deseoso de complacer».
Dicen que no hay perros perfectos, pero puede que Sancho les esté dando una oportunidad a «ellos».
Sancho está disponible para adopción en el Refugio de Animales y la Sociedad Humanitaria de Santa Fe, en Nuevo México.
