Aunque los trastornos alimentarios son bien conocidos en los humanos, no mucha gente conoce los que afectan a los perros.
Los animales tienen diferentes razones para tener hábitos alimentarios inusuales, pero pueden ser igual de preocupantes para los preocupados padres de mascotas.
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He aquí cinco trastornos alimentarios que pueden afectar a los perros.
1. Comer en exceso
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Los perros que comen demasiado corren el riesgo de padecer obesidad y las complicaciones que conlleva el sobrepeso, como estrés articular, enfermedades cardiacas, hepáticas y renales. Comer en exceso suele ser un problema de alimentación para los perros, lo que significa que la comida está demasiado a mano siempre que la desean.
Muchos padres de mascotas asumen que un perro que pide significa que tiene hambre, pero la mayoría de los perros son comedores oportunistas. Comerán lo que puedan siempre que puedan conseguirlo, estén llenos o no.
Se trata de un comportamiento canino normal, lo que significa que usted, como padre de la mascota, tiene que regular la cantidad de comida que su perro puede comer.
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Sin embargo, comer en exceso no siempre está causado por los humanos de un perro. Las enfermedades hormonales como el hipotiroidismo o la enfermedad de Cushing pueden provocar un aumento de peso. Un metabolismo más lento a medida que el perro envejece también puede ser una causa.
Ciertas razas también son más propensas a ganar peso. En estas circunstancias, la dieta debe ajustarse para que los perros no coman en exceso y ganen demasiado peso.
Incluso comer la misma cantidad que antes de la aparición de la enfermedad, comer tanto como otros perros de una raza diferente o comer tanto como cuando eran jóvenes puede ser comer en exceso.
2. Infraalimentación o anorexia
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No es raro que un perro se salte una comida aquí o allá. Pero cuando los perros dejan de comer por completo, pueden sufrir graves consecuencias.
La anorexia en los perros puede provocar síntomas como dolor, fiebre, ictericia, dificultad para respirar, debilidad pulmonar y cardíaca, distensión abdominal y cambios en el tamaño de los órganos.
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Existen muchas causas de la falta de apetito en los perros, y puede ser uno de los primeros indicadores de enfermedad. Consulte a un veterinario si su perro deja de comer. Las enfermedades que afectan a los sistemas autoinmune, respiratorio, gastrointestinal, óseo, endocrino o neurológico pueden provocar una pérdida de apetito debida a dolor u obstrucción.
La falta de apetito también puede deberse al envejecimiento, problemas cardíacos, medicamentos, ingestión de sustancias tóxicas o crecimientos anormales.
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Puede que el problema no sea físico, sino más bien psicológico, provocado cuando su perro experimenta un cambio de entorno o una rutina diaria diferente. La ansiedad por separación también puede hacer que un perro se niegue a comer.
El estrés, la depresión o la falta de actividad física pueden provocar anorexia en los perros. Incluso el hecho de que su perro sea simplemente un comensal especialmente quisquilloso puede provocar un rechazo a comer.
Dado que las causas de la falta de apetito son tan diversas, es importante consultar a su veterinario y realizar pruebas. Es probable que tenga que hacer algunos cambios en la dieta y, si el problema se agrava, es posible que su perro necesite una vía intravenosa durante algún tiempo.
3. Ingestión de heces o coprofagia
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Los perros pueden comer heces por varias razones. Conocido como coprofagia, el comportamiento de comer heces puede ser peligroso. El parvo, la giardia, las lombrices y un sinfín de bacterias y otros parásitos pueden estar presentes en las heces de perros y otros animales.
Este hábito es bastante común en los perros, y la causa puede ser difícil de precisar. También es un hábito difícil de romper, por lo que limpiar rápidamente los excrementos de su perro y evitar los desechos de otros perros y animales en los paseos son medidas importantes que debe tomar.
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Un perro puede comer excrementos como medio de obtener información. Detectando la composición química con su órgano vomeronasal sensible y buscador de olores, un perro puede saber qué animal dejó las heces, sus feromonas y su dieta, entre otra información.
A veces los perros responden a una programación instintiva para mantener las cosas limpias. Las perras en libertad pueden comer caca para evitar atraer a los depredadores hacia sus cachorros. Lo mismo puede ocurrir con varios perros en el hogar: el perro sumiso se come las heces del perro dominante.
Si castiga a su perro por hacer caca en casa, puede desarrollar el hábito de comerse las pruebas para evitar el castigo.
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Los cachorros a veces comen caca como medio de averiguar si lo que están comiendo es comida o no. La mayoría abandonan el hábito cuando son adultos, pero algunos necesitan ser reeducados.
Los perros con una nutrición deficiente pueden intentar reciclar sus desechos para ayudar a absorber los nutrientes que no obtuvieron la primera vez.
Las cacas de gato son ricas en proteínas debido a su dieta felina, y los perros pueden sentirse atraídos por ellas por su alto contenido en proteínas.
Los parásitos o los problemas pancreáticos pueden causar coprofagia. O puede que los perros simplemente coman caca para llamar la atención.
Dado que existen tantas causas, es importante consultar al veterinario si su perro consume heces y buscar posibles soluciones.
4. Resoplar
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Scoffing o bolting food es cuando un perro come comida demasiado rápido, a menudo sin masticar mucho. Esto puede provocar atragantamiento o problemas gastrointestinales como vómitos, torsión gástrica o hinchazón.
El bufido también puede provocar problemas de comportamiento. Si su perro cree que pueden quitarle su fuente de alimento, puede reaccionar con agresividad cuando un humano u otro perro se acerque mientras está comiendo.
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Las burlas pueden ser un comportamiento que se arrastra desde cachorros hasta la edad adulta. Cuando los cachorros amamantan, pueden sentir que tienen que competir con sus compañeros de camada por los recursos.
A medida que se desarrolla este patrón de comportamiento, puede seguir presente sobre todo en perros adultos que conviven con otros animales en casa. Pero también puede aparecer en perros que son el único animal del hogar.
Ciertas afecciones médicas, como los parásitos, pueden afectar a la capacidad del organismo para absorber nutrientes, o una alimentación inadecuada desde el punto de vista nutricional también puede hacer que su perro sienta más hambre de lo habitual y empiece a engullir comida.
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Acuda al veterinario si la ingestión de comida es algo nuevo. Su veterinario puede hacerle pruebas para detectar parásitos o recomendarle cambios en la dieta. Si el comportamiento es un patrón, asegúrese de que su perro come en un lugar donde no sienta que debe competir por la comida, lejos de otros animales o de cualquier cosa que pueda arrebatarle su fuente de alimento.
Existen varios comederos pensados para frenar a los perros de modo que deban trabajar por su comida. Estos suelen contener pomos en el fondo que el perro debe sortear para llegar a la comida, lo que le obliga a comer despacio.
También puede intentar alimentar a su perro a mano o servirle pequeñas cantidades cada vez, en lugar de un cuenco lleno de una vez.
5. Pica
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La pica es el consumo de objetos que no están destinados a ser fuentes de alimento. Puede ser cualquier cosa, desde algodón hasta objetos metálicos o piedras. Cualquier cosa.
La pica puede provocar asfixia y una serie de problemas gastrointestinales, incluyendo obstrucciones que pueden ser mortales si no se tratan. Las causas físicas de la pica pueden ser bastante graves e incluyen lesiones cerebrales, problemas pancreáticos o anomalías del sistema circulatorio.
Debería acudir al veterinario para descartarlas. Otras causas son más psicológicas y requieren una modificación del comportamiento.
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El estrés y la ansiedad por separación pueden provocar comportamientos inusuales como la pica, al igual que el aburrimiento o la soledad. A algunos perros les resulta física y mentalmente estimulante masticar.
Los perros estresados o frustrados pueden desarrollar trastornos compulsivos que se manifiestan en comportamientos como la pica. Es importante asegurarse de que su perro hace suficiente ejercicio y recibe estimulación mental a lo largo del día. Un perro cansado es un perro feliz.
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La pica puede ser un comportamiento de búsqueda de atención. Si se enfada con su perro por comer cosas, puede que esté buscando cualquier reacción por su parte. Incluso una mala atención es algún tipo de atención.
Los perros también pueden tragarse objetos como forma de competición. Por ejemplo, si usted tiende a arrebatar objetos de la boca de su perro, puede que ellos traguen sólo para evitar que usted se lleve el objeto.
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Asegúrese de que su perro está estimulado mental y físicamente. Elimine de su entorno los estímulos que le causen estrés. Entrene a su perro para que suelte los objetos a la orden. Trate la ansiedad por separación.
Todas estas tareas son más fáciles de decir que de hacer, y llevan su tiempo. Lo mejor es consultar a un especialista en comportamiento profesional o a su veterinario, que pueden ayudarle a tratar la pica y sus causas subyacentes.